miércoles, 6 de noviembre de 2019




VIAJAMOS POR  LOS MUSEOS

El pasado miércoles 23 de octubre, los alumn@s y profes de cuarto de primaria acudimos con gran ilusión a hacer una visita a dos museos de Valladolid: el Museo de Arqueología, situado en el palacio de Fabio Nelli, y el Museo Nacional de Escultura.

En el primero, hicimos una visita desde la Prehistoria, pasando por los Vacceos, hasta los Romanos. Vimos piezas muy interesantes de estas épocas,  con poco valor, muy valiosas,… Nos impresionaron muchos los mosaicos. En el mosaico de las estaciones  tuvimos que buscar lo que representaban sus bonitos dibujos. Estos  romanos lo que trabajaban… todo esto sin movernos del Palacio Fabio Nelli.
Después,  bajo una intensa lluvia, nos dirigimos al Museo Nacional de Escultura, detrás de la iglesia de San Pablo. Su impresionante entrada ya nos cautivó. Alguno entraba diciendo… “Vaya rollo…” pero al salir de allí se había quedado sin palabras de lo que había visto.
Estuvimos con dos guías muy simpáticas que nos explicaron todo de una forma maravillosa. Nos convirtieron en viajeros. 
Hay muchos tipos de viajes, y de ellos nos hablan las esculturas y pinturas de este gran Museo. Por medio de un cuadernillo que nuestras guías nos regalaron,  nuestros alumn@s debían conseguir el reto de encontrar las pistas que nos llevaban a los diferentes personajes teníamos que encontrar. Las pistas que los artistas ofrecen estaban ocultas en expresiones, actitudes, colores, objetos…


Lo primero que vimos fue el impresionante Belén Napolitano,  compuesto por más de seiscientas piezas. A través  de la escultura nos dieron a conocer la multitud de personajes, oficios, actividades y sucesos, convirtiéndose en un escenario idóneo para desarrollar mil y una historias.
Pudimos disfrutar más tarde de un retablo de Berruguete, de otro retablo que nos explicaba la historia de un santo llamado Jerónimo (fue muy interesante y divertido) que tenía de mascota un león muy diferente a los que nosotros conocemos; también nos contaron la historia de otro viajero llamado Onofre, con sus rodillas y codos pelados y su cuerpo cubierto de pelo… Vamos que nos lo pasamos genial escuchando todas las historias. Porque estábamos escuchando,  y muy bien.
Además de todo esto, pudimos ver los impresionantes techos del  Museo, el precioso patio con sus gárgolas escupiendo la lluvia por sus bocas, la escalinata,…
Un placer visitar estos Museos, a los que podremos volver cuando queramos con nuestras familias.

 ¡Seguro que será pronto!


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